Los Nuevas Responsabilidades del Aparejador en Actuaciones de Eficiencia Energética y la Futura Directiva Comunitaria

Los nuevas responsabilidades del arquitecto técnico derivadas de sus crecientes actuaciones en obras de eficiencia energética congregó el lunes 12 de junio, en la sede del Colegio, a representantes de Musaat –la mutua de referencia en seguros de responsabilidad civil para la edificación–, y del Colegio de Aparejadores de Madrid.

El objetivo de la jornada, presentada por Rafael Fernández Martín, secretario de la Junta de Gobierno del Colegio y Vocal del Consejo de Administración de Musaat, fue dar a conocer los riesgos y responsabilidades emergentes que van a afrontar los profesionales de nuestro sector durante los próximos años.

Los retos inminentes de la descarbonización de la construcción, de la ola de rehabilitación energética ya en marcha y de las nuevas soluciones constructivas industrializadas centraron las intervenciones de los cuatro ponentes participantes. Asimismo, el evento sirvió para avanzar las líneas generales de la futura nueva directiva de la UE sobre eficiencia energética de edificios, que incluye objetivos tan ambiciosos como las emisiones cero en 2050 de todo el parque edificatorio europeo. 

Javier Vergés, director general de Musaat, subrayó en su intervención que la arquitectura técnica “es una profesión sujeta a mucha reclamación ante los cambios disruptivos que está viviendo”, y recordó que hay elementos externos, como los derivados del cambio climático, que están fuera del control del profesional y que pueden desembocaren conflictos judiciales. Vergés explicó que Musaat tiene en estos momentos 19.000 siniestros abiertos, con una media muy larga de resolución, de entre 8 y 9 años.

Óscar Navarro, director técnico actuarial de Musaat, manifestó que las pólizas de la Mutua se están adaptando para cubrir a los profesionales frente a estos nuevos riesgos.”. Navarro enumeró algunos de ellos, como una deficiente o errónea calificación energética. También mencionó la responsabilidad de la nueva figura de los agentes rehabilitadores, como no alcanzar la subvención, incumplir los plazos, desarrollar mal el proyecto o no ejecutarlo bien. En este sentido, Navarro anunció la puesta en el mercado por parte de Musaat, próximamente, de un seguro específico para agentes rehabilitadores.

Asimismo, el director técnico de Musaat mencionó otros riesgos emergentes para el Arquitecto Técnico, como la construcción industrializada, la instalación de materiales de nueva generación o los accidentes generados como consecuencia del cambio climático, con accidentes o siniestros motivados, por ejemplo, por olas de calor.

Por parte del Colegio intervino en primer lugar Mario Sanz, codirector del hub tecnológico de la institución. En su intervención expuso las diferencias entre la dirección de Ejecución de obras en formato tradicional y en la vertiente de Construcción Industrializada, para la que reclamó pólizas de seguro específicas, puesto que este sistema difiere de los procesos tradicionales, al haber unidades de obra que vienen ya directamente del fabricante, que es quien debería asumir las responsabilidades pertinentes. Mario Sanz declaró que el director de Ejecución en Construcción Industrializada debe implicarse en la propia fase de redacción del proyecto y debe tener un profundo conocimiento de los distintos fabricantes y de los plazos. Por todo ello reclamó un papel fundamental para la formación específica, como la que ofrece el Colegio en su Curso de Técnico Especialista en Construcción Industrializada.

Francisco Javier Méndez, director del Gabinete Técnico del Colegio, enumeró las novedades que incluye el borrador de la futura nueva Directiva de la UE sobre eficiencia energética de edificios, que pretende la descarbonización completa del sector en el año 2050. Esta futura directiva, que comenzaría a ser efectiva a partir de 2025, supone un intenso cambio de ritmo en la política de sostenibilidad comunitaria, puesto que establece, por ejemplo, que se prohibirá la instalación de sistemas de calefacción con combustibles fósiles, como las calderas de gas.

La propuesta de directiva propone un itinerario para que todos los edificios estén en calificaciones energéticas más elevadas en 2030, 2040 y 2050, de ahí que los criterios de eficiencia para los inmuebles nuevos sean más exigentes. En los inmuebles de nueva construcción, a partir de 2026, todos los edificios públicos deberían serán de cero emisiones. A partir de 2028 también deberán ser de cero emisiones el resto de los edificios nuevos, incluidos los destinados a viviendas.

Francisco Javier Méndez explicó que la nueva directiva también alcanzará a los edificios existentes. En el calendario se prevé que a partir del 1 de enero de 2030 todas las casas deberán tener una etiqueta energética de clase E. Además, a partir del 1 de enero de 2033 todos los edificios de viviendas deben haber alcanzado al menos la letra D.

El uso de combustibles fósiles se eliminará paulatinamente en todos los edificios a más tardar en 2035, aunque si no es viable, se podría pedir una moratoria hasta 2040. Por tanto, las calderas de gas están llamadas a desaparecer, y deberían ser sustituidas por sistemas basados en la aerotermia o en el hidrógeno.